No hay datos provincializados, pero sí nacionales, y son elocuentes. El número de empresas españolas que emigran a Portugal va al alza. Un anticipo son las sociedades con filiales en el país luso, muchas de las cuales acaban al final por mudar la empresa matriz al otro lado de la frontera.
Esta fiscalidad portuguesa, más ventajosa para las empresas en muchos puntos, alienta en los últimos tiempos la «fuga» de empresas desde cualquier provincia española, principalmente desde las que tienen frontera con Portugal.